Ir al contenido

Un nuevo vínculo en la era de los insumos biológicos

La empresa alemana Helm y la empresa de biotecnología Protergium de Rosario unieron fuerzas y lanzaron el primer bioestimulante desarrollado a partir de un consorcio microbiano.
Helm Argentina y Protergium lanzó Innobio Soybean, el primer bioestimulante para el tratamiento de semillas y acción fungicida creado a partir de un consorcio de microorganismos y cien por cien biológico. Innobio es también el primer producto que lanza esta alianza entre el grupo alemán de 120 años, líder en la industria química, farmacéutica y de nutrición y protección de cultivos, y la empresa de biotecnología rosarina, que forma parte de Terragene.

Esta firma fue creada por investigadores del Conicet en 2006 para desarrollar productos para el control de infecciones en el sector hospitalario, y en 2016 comenzó a construir su división de productos biológicos para la agricultura.
Spin-off de Terragene, Protergium, nació de este desarrollo y hace cuatro años comenzó a trabajar con biomoléculas y microorganismos inteligentes para la protección de cultivos. En abril, Helm Argentina y Terragene firmaron un acuerdo para desarrollar y comercializar estos productos.
Esta semana se lanzó el primer producto resultante de esta unión. Innobio Protergium La soja ofrece un tratamiento de semillas compuesto por Innobio Protergium Terra, un consorcio microbiano entre una bacteria y un hongo (Bacillus velezensis T2 y Trichoderma harzianum TH10) e Innobio Protergium N-Fix, un inoculante específico (Bradyrhizobium japonicum), único en el mercado. La sinergia entre ambos microorganismos mejora el crecimiento, adaptación y supervivencia del cultivo en condiciones de estrés biótico y abiótico. Este producto también facilita la solubilización y absorción de nutrientes a través de la excreción de enzimas extracelulares que transforman compuestos orgánicos en inorgánicos. Puede competir eficazmente por la colonización de la rizosfera, evitando que los patógenos interactúen con las raíces de las plantas.

Al mismo tiempo, activa los mecanismos de defensa naturales de las plantas, impidiendo el avance de patógenos y produciendo metabolitos difusibles y volátiles con actividad para el control de hongos patógenos de suelo y semilla. Estas características distintivas de ambos microorganismos se combinan en una sola formulación para lograr el máximo potencial de promoción del crecimiento y control de hongos. Mauro Edalian, gerente general de Helm Argentina, explicó que el nuevo producto está disponible desde esta temporada para la soja y, a partir de la próxima, para el trigo y la cebada. También lanzarán un producto para patatas.
Pablo Baloriani, de Asesoragro, fue el encargado de realizar las pruebas de campo en la región núcleo. Destacó, como resultado, la emergencia unificada de la planta, el estado fenotípico, con un color verde más turgente que el testigo, y el aumento de la longitud de la raíz. También enfatizó que donde se sembró la semilla tratada con esta tecnología, “aumentó el rendimiento por hectárea y mejoró la siguiente cosecha de trigo”.

Osvaldo Barreiro, gerente de ventas y marketing de Helm enfatizó que Innobio Protergium es un producto fácil de usar. Señaló que le da más vida al suelo a través de la semilla ya que mejora su estructura. Helm es muy optimista sobre la rápida aceptación del bioestimulante en el mercado. Además, la empresa tiene una presencia mundial que garantiza su internacionalización. Los ejecutivos de la empresa enfatizaron que acaban de triplicar sus ventas en el país y esperan duplicarlas en los próximos dos años.
Desde hace varios años, Helm vive un proceso de transformación centrado en la creación de productos biológicos de mayor valor añadido y 100% medioambientalmente sostenibles. Los desafíos de la nueva agricultura, llamados a satisfacer la creciente demanda de alimentos al tiempo que se aborda la crisis ambiental, están impulsando una ola de alianzas entre empresas tradicionalmente dedicadas a la protección de cultivos y la nutrición y empresas de biotecnología. “Ya no es una era de cambios, sino un cambio de era”, señaló Barreiro.

Adrián Rovetto, fundador de Terragene y Protergium, coincidió: “Estamos viviendo un momento de crisis. No quedan más de 60 cultivos en el mundo por la desertificación y la pérdida de tierras cultivables ”. En este sentido, señaló que la biotecnología y la biología molecular “serán parte del desafío de alimentar a la población mundial”.
Explicó que los productos desarrollados no son OGM sino desarrollos biológicos que surgen de la estimulación de elementos presentes en la naturaleza. Innobio nació de la combinación de dos cepas elegidas de una amplia biblioteca con la que cuenta el laboratorio, resultado de una selección realizada en todas las regiones del país.
Protergium trabaja a través de dos plataformas de investigación. El que desarrolla consorcios microbianos, y el que interviene en forma de comunicación entre los microorganismos del suelo y las plantas, para estimularlos a través de pequeñas proteínas que la planta ve como una plaga y genera estrategias para inmunizarlos.

Créditos: https://www.agroclave.com.ar/
Nota:
https://www.agroclave.com.ar/edicion-impresa/un-nuevo-eslabon-la-era-los-insumos-biologicos-n2691834.html